La tradición cuenta que aquí se apareció San José del Monte motivo por el que se erigió un oratorio con posterioridad, desde finales del siglo XVI, paso a denominarse Ermita de Santa Ana. Consta de una sola nave y bóveda de cañón con lunetos. La primitiva advocación al patriarca está presente en un lienzo de medio punto en el lado del evangelio que data de finales del siglo XVI. Y retablo mayor, que preside Santa Ana con la Virgen niña, es de escuela antequerana fechado hacia 1780, atribuido a Antonio Palomo. La Virgen de las Angustias con Cristo en su regazo está atribuida al antequerano Diego Márquez y se fecha en el último tercio del siglo XVIII. La talla de la Virgen del Amor Hermoso es obra granadina del siglo XVIII.
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