viernes, 6 de marzo de 2009

La Vicaría


La vicaría nace en 1959, como empresa adaptada a los tiempos naturales hemos logrado combinar la herencias de nuestros antepasados con las más nuevas tecnologías.
Elaboran productos con los ingredientes tradicionales, empleando las materias primas de siempre, aquellas que conceden este sabor, tan caracteristisco, naturales, naturalmente traídas de su lugar de origen y en su punto de madurez adecuado.

Gamito


Nuestra empresa ubicada en el corazón de Andalucía, se ha distinguido desde sus inicios ( allá por los años 60 ) por cuidar al máximo la selección de las mejores materias primas para poder elaborar productos de muy alta calidad. También ha estado continuamente a la vanguardia de las presentaciones y de las novedades, ya que tenemos muy en cuenta las tendencias del Mercado. Por todo ello somos la empresa del sector que mejor ha sabido combinar Calidad, Presentación e Innovación.

San Enrique


Empresa de carácter familiar. Nace en 1928 al amparo de una fábrica de chocolates, cuyos datos de origen son anteriores a 1830, bajo la titularidad de la familia "Toro Jimenez" y "Toro Santander".

Se registra la marca San Enrique en 1929 por la viuda de Enrique Toro Santander (Remedios Silva Montero), validándose para chocolates y mantecados. José Toro Silva (1905-1993), desde muy joven se hizo cargo de la fábrica de chocolates, ubicada en la calle Carlos Palanca nº51 (hoy Virgen de la Esperanza), cuando eran tiempos difíciles para gestionar tanto la provisión de materias primas como la fabricación y distribución del producto, que se hacía por los métodos disponibles entonces, desde animales de carga transitando por plena sierra, a carros de madera que hacían camino al andar.


LA COLCHONA


Fue Micaela Ruiz Téllez (1821-1904) a la que decían cariñosamente la Colchona debido al apodo de su ama de cría, que a su vez era la mujer del cosario de Estepa, la que aprovechaba las visitas de su marido a Córdoba para vender allí los dulces caseros que con harina, azúcar, manteca de cerdo y grandes dosis de ingenio hacía, poniendo sin imaginarlo las primeras piedras de una industria que, junto al nombre de estepa, forman pareja indisoluble.
Nosotros somos la quinta generación de una familia que ha perpetuado hasta nuestros días, al margen de modas, aquellas fórmulas clásicas; mantecados, polvorones, roscos de vino, alfajores, mazapanes y chocolates con los que hoy nos acercamos a su mesa.
Después de 160 años seguimos conservando la misma calidad desde nuestra fundación, mantenemos una rigurosa selección de todas nuestras materias primas, seguimos horneando nuestros productos en horno de leña porque son productos que conservan la añoranza de la tradición ya que así entendemos la navidad: tradición que cada año se renueva